sábado, 5 de junio de 2010

Silvio Rodriguez, un cubano en Nueva York



Con un caluroso recibimiento por parte del público, que llenó anoche el prestigioso Carnegie Hall de Nueva York, el cantautor cubano volvió a pisar los escenarios de Estados Unidos, tras 30 años de ausencia.
La presencia de uno de los fundadores de la Nueva Trova, tras conseguir finalmente el visado para entrar el país, causó el furor de las casi 3.000 personas que llenaron el recinto, y que lo recibieron con un emocionante aplauso cuando subió al escenario, acompañado de sus cinco músicos, entre ellos su mujer, la flautista Niurka González.
Junto al furor vivido en la sala, y a los seguidores gritando "Viva Cuba" o "Puerto Rico libre", tampoco faltaron las protestas a las puertas del Carnegie Hall, mientras la policía rodeó el local para evitar incidentes.

Un grupo reducido de exiliados llevaron pancartas en las que se podía leer "Silvio Rodríguez, embajador de la muerte" y "Orlando Zapata Tamayo, asesinado", en referencia al disidente que falleció en una prisión de Cuba tras una larga huelga de hambre.
Silvio Rodríguez inició con "En el claro de la luna" lo que sería un recital de más de 20 canciones y que duró dos horas y media. Tras cantar la primera pieza, se dirigió al público bromeando: "Perdonen que no sepa inglés. No es intencional, es una limitación que tengo".
El artista, que dijo sentirse "feliz de estar aquí", agradeció la calurosa acogida del público, que no dejaba de solicitarle canciones y de acompañar coreando al cantautor, en piezas como "La gota del rocío". "Están contratados", les dijo desde el escenario Silvio Rodríguez.
Uno de los momentos más emocionantes fue cuando dedicó "La canción del elegido", a uno de los cinco cubanos presos por espionaje en Estados Unidos.
"Hoy es el cumpleaños de Gerardo Hernández. Lleva más de diez años preso, a mi parecer injustamente. A él y a los otros que están presos, los cubanos les llamamos nuestros héroes y les dedico esta canción", dijo desatando un fuerte aplauso mientras los flashes de los muchos que quisieron retratar este momento no paraban de iluminarse entre la gente emocionada.
El público no dejó que el trovador se despidiera fácilmente del escenario. Silvio cantó tres bises que cerró con "Demasiado", canción que creó en el año 2003 tras la invasión a Irak. "Demasiado nunca, demasiado no, para tantas almas, para tantos sueños, para tanto amor", dice parte de la letra.

Fuente: Telam

No hay comentarios:

Publicar un comentario