Siguiendo con los planes de la campaña electoral el house organ de la oposición, cumple con su tarea de limpiar de alimañas todo lo que pueda entorpecer el triunfo de la oposición, variante De Narváez, y rocía en un editorial, cual glifosato a la soja, una serie de conceptos defenestrando al dirigente rural Alfredo de Angeli.
Una de sus principales plumas escribe en su columna: sobre el buenazo de Alfredo “Su estilo campero y directo, sumado a la popularidad por su exposición televisiva, lo fue llevando naturalmente hasta la incontinencia verbal. Como sus exabruptos despertaban risas en la platea adicta, De Angeli fue creando un personaje, creyendo que su papel de vocero de los sectores más refractarios del campo le abría el camino a decir cualquier disparate.”
Todo esto viene a cuento de las ultimas declaraciones de Alfredito que había que buscar "a los empleados de las estancias, subirlos a la camioneta y decirles a quién hay que votar".
Que es lo que le censura Kirschbaun: su lengua, su torpeza. En realidad la pregunta es: que cambio?.
Los que seguimos y sufrimos el conflicto de las patronales del campo con el gobierno sabemos que De Angeli siempre fue así, siempre expreso lo que pensaba y fue apoyado por la corporación mediática aun cuando violaba la ley cortando rutas e impidiendo que los alimentos llegaran a las ciudades y en el peor de los casos que se volcaran al costado de la ruta. Lo pasearon por cuanto canal, radio, diario, redes sociales existiese: exhibiendolo como un hombre campechano y de buenas intenciones. Todos los dirigentes políticos opositores se pasearon del brazo con El para ganarse la simpatías de un sector al cual nunca atendieron. Claro, el objetivo era uno solo esmerilar al gobierno y cambiar el modelo económico. En ese momento todo sumaba.
Ahora es distinto, la oposición va dividida en sus distintas variantes de derecha a izquierda, y el conglomerado mediático impulsa el voto útil a favor de De Narváez, para vencer Kirchner en la provincia de Buenos Aires.
Alfredito siguió con su discurso, expresando sus ideas, y según Kirschbaun ” sus aliados salieron a desmarcarse de la última torpeza para no quedar enredados con ella. Como todo pensamiento extremo, favorece objetivamente al adversario que dice combatir, sirviendo en bandeja argumentos para descalificar a la oposición al Gobierno, aunque no compartan el tosco pensamiento reaccionario de este dirigente rural. “.
Ahora descubren que es un dirigente con un “pensamiento extremo”, “vocero de los sectores mas refractarios del campo” y posee un “ tosco pensamiento reaccionario”.
Yo que vos De Narváez pongo el tatuaje en remojo, porque lo que le pasa al Alfredito ahora, y que a vos te escandaliza, después de haberlo usado, es una demostración de lo que hace el conglomerado mediático cuando ya no le servís mas.
Salute.
Para que no tengan que andar linkeando acá va la nota:
La torpe lengua de De Angeli
Por: Ricardo Kirschbaum
Fuente: EDITOR GENERAL DE CLARIN.
19/06/2009
Alfredo De Angeli saltó a la notoriedad en el conflicto entre los ruralistas y el Gobierno. Su estilo campero y directo, sumado a la popularidad por su exposición televisiva, lo fue llevando naturalmente hasta la incontinencia verbal. Como sus exabrutos despertaban risas en la platea adicta, De Angeli fue creando un personaje, creyendo que su papel de vocero de los sectores más refractarios del campo le abría el camino a decir cualquier disparate.El martes, el dirigente rural, el mismo al que la Mesa de Enlace le permitió compatir su tribuna, se fue de madre. Ya había tenido otros ¿deslices? verbales que revelan una tendencia a la provocación confundiéndola con acción política.Dijo De Angeli que había que buscar "a los empleados de las estancias, subirlos a la camioneta y decirles a quién hay que votar". Luego intentó aclarar sus dichos y no hizo más que oscurecerlos. No hace falta decir que De Angeli milita en el más furioso antikirchnerismo y que trabaja a destajo para el triunfo de la oposición.Antes había insultado a Néstor Kirchner y debió retractarse. Ya había hablado de la inutilidad de los legisladores si éstos no defendían la postura de los ruralistas, durante el furioso debate por la resolución 125 y, después, siguió con la necesidad de juntar firmas para cambiar la composición del Congreso, adelantando seis meses el reemplazo natural de diputados y senadores. Sus aliados salieron a desmarcarse de la última torpeza para no quedar enredados con ella. Como todo pensamiento extremo, favorece objetivamente al adversario que dice combatir, sirviendo en bandeja argumentos para descalificar a la oposición al Gobierno, aunque no compartan el tosco pensamiento reaccionario de este dirigente rural.
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